Radiofrecuencia | Grupo CRYO

Pacientes

¿Cómo se realiza la ablación con radiofrecuencia?

Los procedimientos mínimamente invasivos guiados por imágenes como la ablación, son en su mayoría llevados a cabo por un radiólogo intervencionista.

Se colocará al paciente sobre una mesa de examen. La zona en la que se insertará la aguja se esterilizará y se cubrirá con un paño quirúrgico.

Su médico adormecerá la zona con un anestésico local. Si se utiliza anestesia general, se le colocará un tubo en su boca que llegará hasta la tráquea, para respirar. ​

Utilizando la guía por imágenes, su médico insertará el electrodo/aguja y lo hará avanzar hasta el sitio a tratar.

Una vez que el electrodo/aguja se encuentra colocado, se aplica la energía. Es posible que para un tumor grande sea necesario practicar varias ablaciones reposicionando el electrodo/aguja o colocando varias agujas en diferentes partes del tumor para asegurarse de que no quede ningún tejido enfermo.

Cada ablación lleva entre 5 a 30 minutos, con un tiempo adicional necesario si se realizan varias ablaciones. Todo el procedimiento se termina en general dentro de una y tres horas.
 
La ablación por radiofrecuencia se realiza utilizando uno de tres métodos:

  • Cirugía.
  • En forma percutánea, en la cual los electrodos (aguja) se insertan a través de la piel y en la zona a tratar.
  • En forma laparoscópica, en la cual los electrodos (aguja) dentro de un tubo de plástico delgado se pasan por una pequeña incisión en la piel en un procedimiento denominado laparoscopia.

¿Cómo debo prepararme?

Debe informarle a su médico sobre cualquier medicación que esté ingiriendo, incluyendo suplementos herbales, y sobre el padecimiento de alergias, en especial a anestésicos locales, anestesia general o  material de contraste con iodo (a veces denominados «tintes» o «tintes de rayos X»). Su médico le podría aconsejar dejar de tomar aspirinas, medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (NSAID, por sus siglas en inglés) o anticoagulantes durante un período de tiempo específico antes del procedimiento.

 

Las mujeres siempre deben informar a su médico y al técnico de rayos X si existe la posibilidad de embarazo. Muchos exámenes por imágenes no se realizan durante el embarazo ya que la radiación puede ser peligrosa para el feto. En caso de que sea necesario el examen de rayos X, se tomarán precauciones para minimizar la exposición del bebé a la radiación. 

Probablemente se le solicitará que no ingiera ningún tipo de alimentos o bebidas pasada la medianoche con anterioridad al procedimiento. Su médico le informará qué medicamentos puede tomar a la mañana.
Se aconseja programar que un familiar o un amigo lo lleve a su hogar una vez concluido el procedimiento.
Posiblemente se le solicite que use una bata durante el procedimiento.

Beneficios

  • La ablación por radiofrecuencia puede ser un tratamiento eficaz para cáncer  en pacientes seleccionados.
  • La tasa de éxito para la eliminación total de los pequeños tumores es mayor del 85 por ciento.
  • Son poco comunes las complicaciones del tratamiento y es mínima la incomodidad que se siente en comparación con la cirugía.
  • La ablación se puede usar repetidamente para tratar los tumores recurrentes.
  • El método percutáneo de la ablación, en el cual se colocan agujas a través de la piel, es un Es un tratamiento mínimamente invasivo, genera pocas complicaciones y no requiere hospitalización.
  • Procedimiento relativamente rápido y también lo es la recuperación de manera que la quimioterapia puede reanudarse casi de inmediato en los pacientes que la necesitan.
  • La ablación es menos costosa que otras opciones de tratamiento.
  • No se necesita incisión quirúrgica: sólo un pequeño corte en la piel que no necesita suturas.

Riesgos de la Radiofrecuencia

  • Cualquier procedimiento en el cual se penetra la piel conlleva un riesgo de infección. La posibilidad de necesitar un tratamiento con antibióticos ocurre en menos de uno de cada 1.000 pacientes.
  • Según cuál sea el sitio del tratamiento, la ablación por radiofrecuencia puede producir dolor (habitualmente breve, pero a veces de larga duración).
  • Aproximadamente uno de cada cuatro pacientes sufre de «síndrome de post-ablación», con síntomas parecidos a los de gripe que surgen tres a cinco días después del procedimiento y duran unos cinco días. Consulte a su médico.
  • Menos del 1% de los pacientes posiblemente desarrolle una infección localizada (absceso) en la zona de la ablación del tumor entre las tres a cuatro semanas posteriores al tratamiento. Será necesario que los abscesos se drenen mediante un tubo y se curen con antibióticos. 
  • No son habituales los dolores agudos luego de una ablación, pero si aparecen pueden durar unos pocos días y requerir calmantes narcóticos para aliviarlos.

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